Desde que llegó a Bolivia se consolidó en poco tiempo como la gran figura de su equipo, Rodrigo Amaral es el goleador de The Strongest, ha anotado cuatro goles en nueve partidos jugados, dos de esos tantos fueron claves en la Libertadores para poner a su equipo en la fase de grupos.
Pero Rodrigo Amaral es noticia por otro tema, todo lo bueno que hizo futbolísiticamente puede derrumbarse por un momento de furia. En el clásico boliviano ante Bolívar, el charrúa perdió la cabeza y el contro, agredió al segundo asistente, por lo que fue expulsado tras el partido según el informe arbitral.
Solo por esa agresión está en riesgo de quedar fuera por seis meses a un año. Pero el Club Bolívar presentó pruebas videográficas de que el asistente no fue el único agredido, el uruguayo agredió al cuarto árbitro, a un asistente del cuerpo técnico de Antonio Carlos Zago, le propuso una pelea mano a mano con los puños cerrados, lanzó botellas de aguajugadores de Bolívar tras el partido, e hizo gestos “ofensivos” contra los jueces al insinuar que estaban pagados por la Academia.
Todo eso es sancionable según el Código de Disciplina de la Federación Boliviana de Fútbol y el jugador que fue seleccionado sub 20 por Uruguay puede quedar entre un año y tres años sin actividad por la sumatoria de agresiones en el campo.
El gran problema para The Strongest está en saber si la sanción será con alcance internacional, de momento los abogados del Tigre buscan demorar lo más posible el fallo, y tratan de minimizar la culpabilidad del jugador en cada situación, pero es una figura legal compleja la que tienen para salvar al que ha sido el mejor jugador del Club The Strongest en lo que va en el año.