Luego de clasificar cada uno ante su respectivo rival, River y Boca coincidieron una vez más en una fase de eliminación directa. Habiéndose visto las caras en la final de la Copa Libertadores 2018, el Millonario y el Xeneize volverían a protagonizar un duelo paralizante por un certamen internacional (esta vez, por las semifinales de dicho torneo).

Imponiendo su estilo de juego en su casa, los comandados por Marcelo Gallardo se lucieron ante un rival desdibujado y consiguieron una importante victoria por 2 a 0 de cara a la revancha.

Ante la superioridad impuesta por La Banda en el primer cruce, muchos no dudaron siquiera un instante en asegurar que el elenco de Gustavo Alfaro ya se encontraba fuera de la competencia pese a que aún restaba disputarse el segundo compromiso.

Pese a las especulaciones y ultimátums, el cuadro de La Boca ofreció una versión mejorada en la revancha y estuvo a pocos detalles de emparejar la serie y forzar una definición por penales para definir al ganador de la serie. Aunque los jugadores del Xeneizesacaron un 1 a 0 más que valorable, el resultado de la ida pesó lo justo y necesario para que River saque pasaje a la final del torneo.

En diálogo con Radio Mitre, uno de los protagonistas de Boca al día de la fecha, analizó la importancia y rareza propia de los Superclásicos. “En todos los superclásicos es un partido aparte, no importa cómo viene uno o el otro”, explicó.

El defensor, rememorando y utilizando como ejemplo las semifinales de la Libertadores 2019, argumentó: “Cuando jugamos las semifinales del año pasadodecían que River iba a cerrar la serie en el Monumental y al final ellos terminaron pidiendo la hora en la Bombonera”.