Mientras la Conmebol se prepara para en las próximas horas vivir en el Hard Rock Stadium de Miami la Final de su principal competencia a nivel selecciones, de a poco se va descubriendo cuál es su idea en función de la próxima edición de la Copa América, para la cual tienen previsto empezar a cumplir un orden de periodicidad de disputa cada cuatro años.
En ese sentido, si bien en planos generales la organización quedó conforme con el desarrollo que ofreció Estados Unidos a lo largo de la versión que espera por el Argentina vs. Colombia, la entidad que tiene su base en Luque, Paraguay, pretende que la competencia, en 2028, retorne a Sudamérica, para lo que ya maneja tres alternativas principales.
Una es Ecuador, cuyo gobierno había insinuado su intención de albergar la próxima Copa América. Sin embargo, Francisco Egas, presidente de la federación, recientemente bajó las expectativas al mencionar que el país debería invertir en todo aspecto. No solo en reformar los estadios, sino también en el aumento de la ”locomoción, hotelería y comunicaciones”.
Otra es Argentina, a quien le quedó pendiente ser anfitrión del torneo que la pandemia le postergó en 2020 (Buenos Aires, La Plata, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan y Córdoba, están disponibles para un acontecimiento de semejante envergadura. Además, muchas de ellas, en 2023, fueron aprobadas por la FIFA para ser escenarios de los partidos de la Copa Mundial Sub 20).
Lo mismo con Colombia (Medellín, Cali, Bogotá, Barranquilla, algunas de las que están óptimas), que iba a compartir la organización con Argentina hasta que Conmebol decretó la suspensión por el Covid-19 (finalmente se disputó en Brasil a mediados del 2021, misma sede que en 2019).
El nivel de la Copa América elevó, por lo que las sedes deben estar a la altura
El nivel y la imagen de la Copa América aumentó en comparación de lo que era hace 20 o 15 años. Al respecto, a BOLAVIP, en la previa de la Final Argentina – Colombia en Miami, le admitieron que siempre la prioridad es que el campeonato se juegue en Sudamérica, pero algunos países, por lo menos por el momento, no están en condiciones de cumplir con los requerimientos que exige la organización en la actualidad.
En efecto, el espectro de opciones se achica cada vez más, puesto que Conmebol trabaja para que la brecha con Europa y puntualmente con UEFA (y en este caso con la Eurocopa) se acorte cada vez más. Por eso, la capacidad y el estado de los estadios; la hostelería y gastronomía, conexiones entre las ciudades y disposición de los aeropuertos, son detalles que pesan cada vez más para que la Copa América sostenga y aumente su status.