Los eventos de alta magnitud como los Juegos Olímpicos nunca quedan libres de algún tema político por la amplia concentración de atletas de distintos lugares del mundo. En Tokio 2020 se ha presentado una situación irregular con la atleta, Krystsina Tsimanouskaya, a quien intentaron llevar por la fuerza a Bielorrusia por criticar a sus gobernantes. 

La problemática nació a raíz de una crítica de Krystsina Tsimanouskaya a la Federación Bielorrusa de Atletismo, ya que inicialmente iba a participar en los 100 y 400 metros, pero por falta de testeos de los atletas, esta fue obligada a competir en el relevo 4x400. Acto seguido, la corredora fue retirada de Tokio 2020.

El presidente del Comité Olímpico de Bielorrusia, Viktor Lukashenko (hijo del mandatario bielorruso, Alexander Lukashenko) justificó la retirada de la deportista por decisión médica. Sin embargo, esta desmintió la información por medio de su cuenta en Instagram y denunció que estaba siendo presionada para viajar inmediatamente de regreso a su país.

"Pido al Comité Olímpico Internacional que me ayude, me han presionado y tratan de hacer que abandone el país sin mi acuerdo. Pido la intervención del COI" dijo la atleta a través de su cuenta en Instagram luego de ser retirada de los Juegos Olímpicos. Vale resaltar que desde Bielorrusia se han venido denunciando detenciones arbitrarias a los opositores de Lukashenko.

A salvo en Tokio

Luego del gran revuelo generado este domingo y de las fotografías tomadas por la prensa en el aeropuerto, Krystsina Tsimanouskaya se encuentra libre y a salvo en Tokio. Las autoridades locales lograron impedir que la atleta tomara el vuelo de regreso. Según informa la Fundación bielorrusa de solidaridad deportiva, la velocista ha solicitado asilo político a la embajada de Austria en la capital japonesa.