El vóley masculino en Tokio 2020 termina con una sorprendente final donde Francia lo sufrió más de la cuenta, pero finalmente se cuelga una histórica medalla de oro. El equipo dirigido por Laurent Tillié venció al Comité Olímpico Ruso por 3-2 para ser el nuevo campeón olímpico con Earvin Ngapeth como gran figura y goleador del partido.
Francia parecía tener todo controlado hasta la mitad del tercer set cuando llamativamente, empezó a tener algunos errores que fueron dándole confianza a los rusos para creer. Ese tercer parcial elevó el estado anímico del Comité Olímpico Ruso, que parecía totalmente perdido en la final y emparejó todo. Pero, al final, los franceses pudieron reponerse y lograr un histórico triunfo.
El primero y el segundo set fueron un trámite para los franceses con Earvin Ngapeth como total figura. Anotó ocho puntos en el primero y nueve en el segundo, siendo el jugador más decisivo de la final hasta ese momento. Luego, se desinfló al igual que todo su equipo.
ROC fue creciendo de a poco, al igual que la determinación de nombres como Maxim Mikhaylov y Egor Kliuka, quienes empezaron a tomar las pelotas más difíciles del ataque. La reacción rusa llegó de la mitad del segundo set en adelante y así fue como logró llevarse el tercero y el cuarto. Y en el quinto arrancaron mejor, pero nuevamente apareció Ngapeth y también el opuesto Jean Patry para acomodar la historia y darle a Francia el oro.
Francia obtiene su primera medalla olímpica en vóley y lo hace a lo grande con una dorada para enmarcar. Sufrió para pasar a los cuartos de final y lo tuvo que hacer en el cuarto lugar de su grupo. Pero, luego, dio el golpe ante el bicampeón mundial, Polonia; eliminó a Argentina (ganó la medalla de bronce a Brasil), su verdugo en fase de grupos; y lo mismo hace con los rusos.