Adrianopintaba para ser uno de los mejores futbolistas del mundo, pero un día su vida cambió para siempre y nunca más fue el mismo.
Cuando estaba en Inter, su padre falleció y eso marcó su futuro para la eternidad. En dialogo con la revista brasileñaR7, el Emperador contó detalles de este duro momento.
“Sólo yo sé cuánto sufrí. La muerte de mi padre me dejó un vacío enorme, acabé sintiéndome muy solo y me aislé cuando murió. Fue lo peor. Me vi solo, triste y deprimido en Italia, y es cuando empecé a beber”, aseguró.
Además, explicó: “Sólo me sentía feliz bebiendo, todas las noches. Bebía todo lo que me ponían delante: vino, whisky, vodka, cerveza. Mucha cerveza.No paraba de beber y tuve que dejar el Inter”.
Un panorama desolador donde sólo se puede ver una luz falsa que viene desde las sustancias que nos quitan el sabor de realidad.
“No sabía cómo disimularlo, llegaba borracho por la mañana a los entrenamientos.Me presentaba aunque estuviese borracho del todo. Entonces me llevaban a dormir a la enfermería y decían a la prensa que sufría dolores musculares”, continuó.
Por último, el Emperador dejó una reflexión: “Entendí lo mal rodeado que estaba. Amigos que sólo me llevaban de fiesta, con mujeres, alcohol y sin pensar en nada.Renuncié a los millones pero he comprado la felicidad”.