Fue muy fuerte. Por ahí, la entrevista más importante de su carrera. En diálogo con Goal, Lionel Messi comunicó la semana pasada que decidió seguir en Barcelona para no hacerle juicio al club, pese a que su deseo era irse de la institución, buscar nuevos desafíos. Destruyó al presidente del club,Josep Maria Bartomeu, a quien tildó de mentiroso. Muy picante.
Después del fin de semana pasado, el delantero de la Selección Argentina regresó a las prácticas formales. Desde ese día, el Barça publicó 4 imágenes de Leo en las redes sociales. En ninguna de las 4 se lo puede ver sonriendo. Es la imagen de una persona que está cumpliendo con un trabajo que no le gusta.
Seguramente, con el paso de los días, la calentura de La Pulga irá bajando y la vuelta a los partidos oficiales le devolverán esa energía necesaria para volver a ser feliz. Sin embargo, no deja de ser algo “triste” ver al crack así, casi sin ánimos.
“Le dije al club, sobre todo, al presidente, que me quería ir. Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona sintiéndolo muchísimo porque siempre dije que quería acabar mi carrera aquí. Fue un año muy complicado, sufrí mucho dentro de los entrenamientos, en los partidos y en el vestuario. Se me hizo muy difícil todo y llegó un momento que me planteé buscar nuevos objetivos, nuevos aires. No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo. Se lo dije al presidente y bueno, el presidente siempre dijo que yo al final de temporada podía decidir si me quería ir o si me quería quedar y al final no terminó cumpliendo su palabra”, dijo Leo hace unos días.
Es muy simple entender por qué está así. Él siempre fue feliz con su amigo el balón, siempre disfrutó en el césped. Veremos cuánto tiempo le llevará recuperar la sonrisa.
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