En la cabeza de Gerard Piqué se ha iniciado la diferencia entre Barcelona y Villarreal. El defensor logró desnivelar un encuentro que hasta entonces había mostrado mucha paridad.

Fue a la salida de un córner que el equipo culé decidió jugar corto hacia la posición de Dembélé, el futbolista más desequilibrante en la primera mitad.

El francés, que ganó lugar con la ausencia de Luis Suárez, envió un centro preciso que Gerard Piqué impacto a la perfección, para no dar oportunidad al portero Asenjo y marcar el gol que rompió el marcador a los 35 minutos.