Llegó el día más esperado. Real Madrid y Liverpool se medirán esta tarde en la tan esperada final de la Champions League.

El Merengue saldrá al campo de juego con su clásica camiseta blanca. Fina y elegante. Perfecta de verdad.

Y en la otra esquina se encuentra el conjunto de Inglaterra, quien lucirá su piel roja furiosa, esa que promete llenar de vida el estadio en Kiev.

Va a ser una final para el recuerdo. Estadio repleto, el mundo del fútbol esperando que ruede el balón y 22 guerreros listos para la batalla.