¿Qué habría sucedido si la misma jugada hubiera tenido lugar a los 15 minutos del segundo tiempo? En el duelo entre Tottenham y Manchester City quedó claro que la tecnología jamás será infalible si es utilizada de manera tendenciosa por el ser humano.

Apenas se habían disputado 12 minutos de partido cuando Raheem Sterling fue en plancha sobre el tobillo de Dele Ali, impactándolo de lleno y dejándolo tendido en el suelo con muchísimo dolor, lo que requirió la asistencia médica.

Michael Dean, de inmediato, le mostró la tarjeta amarilla al delantero de los Citizens, pero la jugada fue a revisión del VAR por la posibilidad de que fuera una infracción de expulsión. ¡Claro que lo era!

Tras ver una y otra vez, en cámaras rápidas y lentas, como los tapones de Sterling se enterraban en el tobillo de Dele Ali, desde el VAR decidieron mantener la decisión original del árbitro por entender que no existía allí “una falta de gravedad”.

Hasta el propio Sterling se mostró sorprendido de la decisión y fue José Mourinho, entrenador de los Spurs, quien al ver la reiteración no podía creer lo que estaba sucediendo.

Están tirando dindero, señores.