Éver Banega se volvió loco, agredió de manera insólita a un rival y terminó siendo expulsado cuando el duelo entre Girona y Sevilla llevaba ya cinco minutos de adición.
Impotente al ver que se consumaba la derrota de los suyos ante un equipo que lucha en la zona baja de La Liga, el argentino recibió una tarjeta amarilla a los 90 minutos y la roja directa apenas cinco minutos más tarde.
El encuentro disputado en el Estadio Municipal de Montilivi lo terminó ganando 1-0 Girona gracias a un gol de Portu, una de sus grandes figuras, a los 62 minutos.
Con la victoria, Girona salió de las posiciones de descenso, mientras que la derrota de Sevilla lo dejó fuera de puestos de Champions League, sin poder superar la posición del Getafe.
En las últimas tres jornadas de La Liga, tanto Sevilla como Girona se jugarán mucho, demasiado, de cara al futuro.