Bajo una lluvia torrencial en la capital española, Real Madrid y Barcelona se encontraron frente a frente en una nueva edición del clásico de España. Pero no fue un clásico más, ya que se trató de un compromiso totalmente fundamental en torno a las aspiraciones de ambos de quedarse con el título en el marco de la máxima categoría de dicho país.
Sucede que, antes del comienzo de la fecha, Atlético de Madrid lideraba la tabla de posiciones con 66 unidades, mientras que los conducidos tácticamente por Ronald Koeman lo hicieron con 65 puntos y el campeón vigente llegó con 63. Por ende, el Merengue tomó esta posibilidad como algo único para acortar distancias y meterse de lleno en la lucha.
Y lo terminó consiguiendo. Apoyado en un primer tiempo muy favorable, Real Madrid se impuso por 2-1 en el estadio Alfredo Di Stéfano. Karim Benzema y Toni Kroos fueron los autores de los tantos de la Casablanca, mientras que Óscar Mingueza descontó para los catalanes en la etapa complementaria. Eso sí: hubo un final para el infarto.
Sin ir más lejos, en la última acción del partido, Barcelona tuvo a su disposición una oportunidad inmejorable para llevarse un punto. Incluso, hasta Ter Stegen, portero de la formación visitante, fue a buscar la peltoa parada. ¿Y qué sucedió? El ingresado Ilaix Moriba estrelló su remate contra el travesaño en una jugada que paró corazones.