Milan se encuentra con todos los sentidos puestos en la presente temporada de la Serie A de Italia. Es que el equipo comandado por Stefano Pioli arrancó la misma de gran manera, con el objetivo de ganarla luego de una década de sequía.
En ese contexto, el poderoso conjunto italiano, que tiene a Zlatan Ibrahimovic como goleador y bandera dentro del campo de juego, se encuentra en lo más alto de la tabla de posiciones y con la esperanza a flor de piel en torno a dicho objetivo.
Pero, al mismo tiempo, la formación que conduce Pioli debió presentarse por la tradicional Copa Italia. Más precisamente bajo la órbita de los octavos de final del mencionado certamen doméstico. Fue este martes, en el estadio San Siro.
El contrincante de turno fue Torino, otro histórico del fútbol italiano pero que, a diferencia de Milan, se encuentra llevando adelante una campaña más negativa de lo esperado, luchando en los últimos puestos de la tabla de posiciones.
Sin embargo, a pesar de esas diferencias, el partido se presentó mucho más parejo y equilibrado de lo que se imaginaba. Inclusive, y, a pesar de los intentos de Milan, los equipos se fueron al descanso con un rotundo empate sin goles.
De hecho, esa tendencia se trasladó a la etapa complementaria. A pesar de la leve supremacía del local y de los intentos aislados del visitante, lo cierto es que el marcador no se movió, se mantuvo 0-0 y el juego se trasladó al tiempo suplementario.
Allí, en el tiempo extra, tampoco hubo grandes luces por parte de ninguno de los dos bandos. La paridad en el marcador siguió y derivó en la definición por penales, donde Milan fue más efectivo que Torino y se impuso por 5-4.