Kylian Mbappé apunta a ser en este momento el próximo número 10 del Real Madrid. No en cuanto a su posición en el campo y sí a la hora de repartir un número de camiseta que quedó vacío tras la marcha de Luka Modric. El delantero francés se prepara para un reto que no muchos futbolistas de la Casa Blanca han podido cumplir a lo largo de los últimos años. Uno que incluso llega a nombrarse por España como una maldición total. Solamente dos hojas de vida han rendido en este sentido en todo el siglo XXI.

Los informes hablan de un Real Madrid decidido a que Mbappé pase del 9 al 10. Endrick tomaría su lugar en cuanto a número de dorsal se refiere. Los motivos para trasladar al galo pasan por supuesto por una cuestión de merchandising e igualmente con una muestra de cariño que le ponga como el pilar del proyecto. En caso de que todo se termine confirmando hablaríamos de un Kylian con la 10 en el Santiago Bernabéu y en Francia. El reto es grande.

Y lo es porque llevar la 10 del Real Madrid a lo largo de los últimos 20 años suele ser sinónimo de dolores de cabeza. Esta historia comienza con el fichaje de Luis Figo a finales del siglo pasado y donde el portugués durante seis temporadas llevó un dorsal que hasta la llegada de Modric parecía maldito. Robinho lo tuvo hasta el 2009 sin suerte, Wesley Sneijder apenas pudo mantenerlo por 12 meses antes de marcharse e incluso nombres inesperados como Lassana Diarra acabaron utilizándolo gracias a la ausencia de candidatos para portarlo. Hubo jugadores con mucho talento también, pero ninguno rindió hasta la fecha como croata o el portugués. Luka para muchos, rompió el círculo.

Mesut Özil lo haría entre los veranos del 2011 y el 2013, pero entre bajones de rendimiento y campañas para el olvido no colectivo terminaría abandonando Real Madrid rumbo al Arsenal. Fue ahí donde llegó un espejismo que para muchos se quedó en una mera promesa. Durante los siguientes 12 meses James Rodríguez firmó un total de 17 goles y 17 asistencias que parecían haber encontrado al portador total de dicha camiseta. El final de la historia lo conocemos todos y en el 2017 finalmente Luka Modric quedaría como dueño de dicho dorsal. Mbappé se mide a ello.

Modric, el único que pudo evitar la maldición a la que se mide Mbappé ahora: GETTY

Reemplazar a Modric será difícil en todos los sentidos para el club. Hablamos del futbolista con más títulos en la historia del Real Madrid e igualmente de un líder nato sobre el césped y fuera de él. Mbappé, tras una primera temporada más positiva en lo individual que en lo colectivo, se mide a un reto con maldición incluida al que solamente el único Balón de Oro en la era Lionel Andrés Messi-Cristiano Ronaldo pudo derrotar. Todo se haría oficial tras el Mundial de Clubes.