Si en el primer tiempo del duelo que disputaron en Bélgica GENK y Napoli, en buena parte fue a causa de la falta de puntería.

Porque en el partido que corresponde a la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions League, llegaron unos y otros, pero fallaron todos.

El mejor exponente de la falta de puntería sin dudas fue el polaco Arkadiusz Milik, quien en el primer cuarto de hora de partido se perdió un gol insólito.

Con el portero vencido y en el área chica, primero quiso controlar el balón antes de definir y después fue trabado por un defensor. Ya desde el sielo, consiguió impactarlo, pero su remate dio en el travesaño.

Más allá de esa jugada inexplicable, Milik tuvo otras dos chances de abrir el marcador. Primero con un cabezazo que devolvió el travesaño, después con otro remate de cabeza en el que le erró al arco.