Tras la deportación de Australia en enero de 2022, hace poco más de un año, el serbio Novak Djokovic quedó en el ojo de la tormenta. Incluso antes había sido marcado por sus actitudes propensas a romper los protocolos generados a nivel global por la pandemia.
De hecho, por no estar vacunado contra el coronavirus, Nole fue expulsado del país oceánico y ahora, para 2023, el Gobierno central australiano le permitió regresar para disputar el primer Grand Slam del año que lo tiene en carrera y con posibilidades claras de llegar a su décima coronación.
Si bien la pandemia parece disipada, aunque no terminada por los focos de Covid-19 que siguen apareciendo en distintas partes del mundo, Djokovic se mantiene firme en su decisión de no inocularse.
Con ello, el serbio de 35 años sabe que sigue estando restringido para disputar ciertos torneos, dado que hay países que aún no dejan ingresar a personas no vacunadas. Es el caso de Estados Unidos, a donde Nole debería estar viajando para competir en el los Masters 1000 de Indian Wells (del 8 al 19 de marzo) y Miami (del 22 de marzo al 4 de abril). Esta regla está vigente y recién sería modificada el próximo 10 de abril.
Por eso, el ex tenista alemán Tommy Haas, residente en Estados Unidos hace varios años y director deportivo del torneo de Indian Wells, pidió: “Estaría bien que la levantaran antes de mediados de abril, como se supone se hará. Así Djokovic podría jugar en Indian Wells y Miami. Creo que él sí quiere jugar”. Y sumó: “Sería una vergüenza si no puede venir a estos eventos, si no se le permite hacerlo”.
Haas manifestó que la organización del Master 1000 de Indian Wells hará “todo lo posible” para que el serbio pueda jugar la edición 2023. “Si Djokovic está sano, no veo por qué no puede volver a ser número uno mundial. Su único problema actual es que no puede ir a Estados Unidos”, se quejó Haas.