El reciente Abierto de Australia de tenis, que tuvo al serbio Novak Djokovic como vencedor para regresar a lo más alto del ránking mundial, logró un récord sin precedentes de asistencia. Así lo informaron los organizadores a través de Craig Tiley, director de la Federación Australiana de Tenis y organizador del evento, quien declaró que no solo se superó el récord anterior de asistencia, sino que prácticamente se lo “destrozó”.
“No solo batimos su récord (anterior) sino que prácticamente lo destrozamos”, afirmó Craig Tiley al diario The Age. Desde el 9 de enero, cuando se iniciaron los partidos clasificatorios, hasta el 29 de enero, 902.312 aficionados acudieron al emblemático Melbourne Park, donde se llevó a cabo el primer Grand Slam del año.
Laver Arena, epicentro de partidos épicos (Getty)
Durante las dos principales semanas de competición, entre los días 16 y 29, la asistencia alcanzó los 839.192 espectadores, superando la marca previa de 812.174 personas, alcanzada en enero de 2020 durante la pandemia y con restricciones en el torneo.
El sábado 21, durante los encuentros de tercera ronda, se registró un máximo de 94.854 espectadores para superar a los 93.709 de la marca anterior. Estos datos de asistencia al Abierto de Australia superan las cifras de otros grandes torneos de tenis, como Wimbledon (515.164 personas en 2022), Roland Garros (613.000 asistentes en 2022), y el Abierto de Estados Unidos (776.000 aficionados en 2022) durante las dos semanas principales de competición.
Tiley apuntó que “la gente quiere divertirse un poco, y el tenis es una excelente opción para ellos”, y prevé alcanzar el millón de aficionados en la próxima edición del evento.