La era de Simone Inzaghi y el objetivo de defender el título inician de buena forma para Inter de Milán. En el debut en esta temporada de la Serie A, no tuvo problemas para golear como local a Genoa por 4-0 con los estrenos goleadores de Hakan Calhanoglu y Edin Dzeko, y las anotaciones de Milan Skriniar y el chileno Arturo Vidal, quien ingresó desde el banco y anotó un buen tanto, que suma a su confianza.

Inter pareció liquidar el partido en los primeros quince minutos de juego donde una ráfaga lo puso rápidamente 2-0 arriba. A partir de ahí, condujo el juego a su ritmo y convicción, sin que Genoa le genere alguna clase de peligro. Los nerazzurros tardaron solo seis minutos en marcar el primer gol oficial de la temporada. De un córner, un cabezazo limpio y sin marcas de Skriniar abrió rápido el marcador en el Giuseppe Meazza. 

 

El segundo gol apareció a los 14 minutos en una buena jugada colectiva empezada desde el fondo y que fue acelerando con Sensi hasta llegar a los pies de Calhanoglu, que no dudó en rematar desde afuera. La pelota se clavó junto a un palo, siendo imposible para Salvatore Sirigu y decretando el 2-0.

Genoa no tuvo reacción ni en el primer tiempo ni en el segundo. Pese a algunos cambios al comienzo del complemento, la historia no cambió e Inter fue siendo siempre superior. Cuando Inzaghi tocó mano, llegó el turno para futbolistas como Dimarco y Arturo Vidal. El chileno marcó el tercer tanto de Inter tras asistencia de Barella, luego de un remate defendido por Sirigu, pero con rebote largo. La sentencia en el marcador llegó a falta de tres minutos para el final de la mano del bosnio Edin Dzeko.

Buen juego de Inter para iniciar la defensa de su título a lo grande y con serias aspiraciones de repetir, pese a las bajas que ha tenido en este mercado. Las ausencias de Romelu Lukaku (vendido a Chelsea) y Achraf Hakimi (al PSG) no se hicieron sentir, pero esto recién arranca y todo puede pasar.