No entiendo a los técnicos que ponen plata de su bolsillo para dirigir a Boca. Ahora es Russo el que le va a pagar a San Lorenzo para salir a pesar de tener contrato para recalar en el equipo de Riquelme, pero esto no es algo nuevo. Antes le pasó a Gago, quien puso millones para salir de Chivas y poder dirigir a Boca.

¿Cómo terminó esa historia? A los seis meses, tras los fracasos con Alianza Lima y River, Román lo tiró por la ventana. Podemos ir incluso más atrás. Diego Martínez estaba en Huracán. Lo querían y le iba bien, pero puso de su plata para salir a Boca porque lo quiso Riquelme apenas ganó las elecciones. Y lógicamente se fue mal, cerró una puerta importante para su futuro, tal como hizo Gago con México, y todo para que ocho meses más tarde se lo eche de una patada.

Ahora pasa con Russo. Después de mil años y una trayectoria intachable como DT, decide perder su credibilidad al mentirle en la cara a San Lorenzo. Después de negar contactos, fue y acordó lo que debía para salir por la puerta de atrás y llegar a Boca porque lo quería Riquelme para salvarle las papas.

Ahora, Miguelo tiene que saber que, cuando Román crea que no tiene nada más para dar, ya sea después del Mundial de Clubes, a fin de año si no es campeón o el año que viene si no gana la Libertadores, lo raje a él también para buscar otro técnico.

Esto deja en claro varias cosas. Primero, que en Boca hay poca creatividad e imaginación para buscar entrenadores. Y por otro lado, demuestra que hay DTs que dejan todo por un proyecto que no vale la pena.

Lo lógico sería que Riquelme vaya y ponga la plata en otro club para que se firme una salida correcta, y no que los técnicos tomen esta postura de arrastrarse, casi de rodillas, para dirigir a Boca, y que queden con esta imagen de debilidad tal ante un llamado de Román. No lo entiendo.