La decisión de despedir a Hugo Ibarra generó que el Consejo de Fútbol de Boca deba tomar cartas en el asunto para conseguir a su reemplazante. La idea es poder dejar los ídolos de un lado, criterio que se utilizó para que Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia y el propio Ibarra entrenaran al plantel profesional durante los últimos cuatro años. Es por eso que el nuevo apuntado tiene nombre y apellido: Gerardo Martino, por quien ya hubo charlas para concretar su arribo.

Dos llamados telefónicos bastaron para que el Tata se mostrara dispuesto a avanzar con la negociación. En esta oportunidad, la reunión se hará de forma presencial y se espera la llegada de integrantes del CdF a la ciudad de Rosario para ultimar los detalles de lo que parece ser una inminente asunción.

Martino no vendrá solo, claro está. Curiosamente, uno de los exfutbolistas que lo acompañan en su cuerpo técnico ha sido uno de los grandes verdugos de la historia de Boca y su apellido empezó a generar comentarios a través de redes sociales, acerca de cómo podría ser su recibimiento en una Bombonera que fue testigo de su gran hazaña.

Estamos hablando de Norberto Scoponi, legendario arquero de Newell's y ayudante del Tata en su último paso por el seleccionado mexicano. El Gringo protagonizó una tarde para los libros de historia en un Alberto J. Armando completamente embarrado, el cual albergó la gran final del Campeonato de Primera División 1990-91 entre el Xeneize y la Lepra.

El conjunto rojinegro se trajo una ventaja mínima desde Rosario (1-0) en el partido de ida y no pudo defenderla en la vuelta tras caer por el mismo resultado. Es por eso que el trofeo se definió desde la tanda de los penales, donde Scoponi se vistió de héroe y tapó tres penales para darle una conquista inolvidable a Newell's en uno de los escenarios más imponentes de nuestro fútbol.

Además de haber sido protagonista de una de las derrotas más dolorosas en la historia del hincha de Boca, incluso se habla de encontronazos con el público local en medio de los festejos mientras la locura por el título no frenaba. De ahí nació la leyenda que cada 9 de julio despierta una sonrisa en los fanas de la Lepra.

Ahora, en una realidad completamente distinta, la posible llegada del Tata Martino al club de La Ribera implicaría el regreso de Scoponi como ayudante en una cancha donde se vistió de verdugo. Y con esto abrimos la consigna: ¿cómo será la reacción del hincha de Boca que todavía no pudo olvidar semejante suceso?