El inicio de la fase final de la CONMEBOL Copa América 2024 encuentra a Argentina y Ecuador en los cuartos de final, partido que disputarán este jueves en Houston por un pase a las semis. El ganador jugará contra el que se imponga en la serie entre Canadá y Venezuela.

Hace exactamente una edición también se cruzaron en esta instancia y la Albiceleste ganó por 3-0, pero al día de hoy las cosas están muy distintas. ¿La Tri puede hacer historia esta noche? Repasamos sus puntos más destacados.

Los pases largos, una herramienta frecuente

Los datos que acerca OPTA muestran claramente cómo Ecuador es el equipo que más recurre al pase largo desde que comenzó la Copa América: el 22.5% de las entregas totales del equipo que dirige Félix Sanchez fueron pases con recorrido de 32 metros o más, tanto por aire como por tierra. Ninguna otra selección supera a la Tri en proporción ni tampoco en cantidad de ejecuciones de este tipo (181).

Sin embargo, ninguno de estos lanzamientos terminó siendo una asistencia de gol. En total fueron seis los remates de Ecuador tras un pase largo (solo uno al arco) y la acumulación de probabilidad de gol fue de apenas 0.34xG.

La zona en la que Ecuador plantea el partido

A Ecuador se lo caracterizó en los últimos años por ser un equipo intenso en la marca, aprovechando la frescura de los futbolistas jóvenes (sobre todo en ataque) para convertir una recuperación en gol. Sin embargo, la zona en la que retoma la posesión está muy distante al arco de su rival.

Según el gráfico que aporta OPTA, la Tri apenas suma 12 recuperaciones altas (últimos 40 metros) y está en el fondo del ranking entre todos sus pares de la Copa América. En dos de ellas terminó rematando, pero en ninguna logró convertir un gol.

Ecuador recupera poco en la salida de su rival. (Gráfico: OPTA Editorial LatAm)

Ecuador recupera poco en la salida de su rival. (Gráfico: OPTA Editorial LatAm)

En donde sí se destaca Ecuador en cuanto a recuperaciones es en la zona media, el lugar donde más inicia sus secuencias tras una pérdida rival si dividimos la cancha en tercios. No obstante, el dominio de la posesión no es su fuerte en lo que va de certamen: en ninguno de sus partidos tuvo mayor tenencia que el adversario y está entre los que menos tuvo la pelota, con apenas un 40%.

Volviendo a las secuencias, si tomamos las mayores a nueve pases en cadena, Argentina y Ecuador están en lados opuestos del ranking: la Albiceleste es la que más elaboró en este rubro (66), mientras que la Tri aparece casi en el fondo de la tabla (13). Esto no quiere decir que los de Sánchez sean los más directos para atacar: en este aspecto promedian 1.47 metros de avance por segundo, cifra promedio en la competencia y que contrasta nuevamente con los vigentes campeones (0.93, un juego más elaborado).

Ecuador no domina casi ninguna zona del campo. (Gráfico: OPTA Editorial LatAm)

Ecuador no domina casi ninguna zona del campo. (Gráfico: OPTA Editorial LatAm)

Las individualidades de Ecuador y su adaptación

Los números de los jugadores de la Tri también ayudan a entender qué rol se les fue asignado para sus partidos de la fase de grupos. Kendry Páez, el jugador de Ecuador que más remató hasta el momento en el torneo (10), también es el que más veces recuperó la posesión (19). La joya que fue vendida al Chelsea se amolda a un estilo que no le permite tener mucho la pelota en los pies, motivo por el cual jugadores como Moisés Caicedo (mediocampista central) y Ángelo Preciado (lateral derecho) son los que más asistieron a remates del equipo.

Por otro lado, en el aspecto defensivo se destaca su dupla central. William Pacho es el jugador con más despejes de pelota (27) en la fase de grupos de la Copa América 2024 y Félix Torres, su compañero de zaga, se ubica octavo en el ranking (15). Tal como lo muestra la zonas de control, Ecuador manda en su área en la mayoría de los casos.

Con este panorama, Lionel Scaloni espera enfrenar a un rival que no lo saldrá a apretar en la salida, que le dará libertad a los centrales a tocar la pelota en su propio campo y que intentará aprovechar el retroceso albiceleste para hacer daño en velocidad.