Sin importar los resultados a nivel internacional. El París Saint-Germaín de Lionel Messi, Mbappé y Neymar se consagró campeón varias jornadas antes y juega totalmente relajado sus últimos partidos de la Liga. Un juego que fluye desde la tranquilidad del ganador y que pone a Lionel Messi totalmente activo.

Sin la presión de quedarse con todo, el astro argentino comenzó a mostrar una soltura desde hace algunos partidos que lo hacen destacarse aún más en un plantel muy criticado. Un momento que queda reflejado en el partido que PSG le gana al Montpellier por 2-0 con dos golazos de Messi.

En un comienzo arrollador, Messi tuvo su primera chance clara a los cuatro minutos cuando estuvo cerca de clavar un golazo de media distancia que el arquero sacó del ángulo. Sin embargo, el 30 se iba a desquitar rápido ya que solo dos minutos después se metió de afuera hacia dentro para impactar un pase atrás de Mbappé y abrir la cuenta.

Ganando, en una posición suelta y ofensiva, Lionel Messi continuó generando peligro y con tan solo veinte minutos de partido llegaría a un nuevo grito sagrado. Tras recibir un excelente pase de Mbappé, el argentino recibió solo frente a un arquero al cual gambeteó en velocidad para colocar el 2-0 parcial.