Sin haber logrado nunca consolidarse en River y tras dejar una buena imagen en su paso por San Lorenzo, Augusto Batalla dio el salto al fútbol europeo en enero del año pasado para jugar en Granada, donde si bien logró ganarse la titularidad no pudo ayudar al equipo a evitar el descenso. Para la presente temporada, siempre cedido por El Millonario, recaló en Rayo Vallecano y ha acumulado grandes actuaciones que bien pueden marcar que ya es un arquero afianzado en el Viejo Continente.
Desde el arco del equipo madrileño más humilde entre los que compiten en LaLiga, ha logrado dar pelea a gigantes como Thibaut Courtois y Jan Oblak, porque los supera a ambos como el arquero con mejor porcentaje de remates tapados en lo que va de la temporada.
Con esa chapa, Batalla se ha vuelto palabra autorizada para hablar de los mejores y consultado al respecto en una entrevista concedida al diario As en diciembre del año pasado, señaló a sus dos favoritos, pero se inclinó por Emiliano Martínez, campeón del mundo y bicampeón de América con la Selección Argentina.
“(Thibaut) Courtois es uno de los mejores, pero lo que ha logrado Dibu (Martínez)… Y no sólo hablo de títulos, también de regularidad. Hoy en día es el mejor, aunque a nivel mundial haya grandes arqueros a su nivel”, señaló el ex River y San Lorenzo.
Batalla sueña compartir con Dibu una convocatoria a la Selección Argentina.
Sueña con la Selección Argentina
Con 28 años y poco más de uno desde su arribo al fútbol europeo, Augusto Batalla todavía se permite soñar con tener la posibilidad de ser compañero de Emiliano Martínez en la Selección Argentina. “Todavía tengo muchas metas por cumplir y me encantaría estar en una convocatoria. Sería una locura. El tiempo y el fútbol lo dirán”, señaló.
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Batalla estuvo al borde del retiro
Como parte de la misma entrevista que concedió al diario As a finales del año pasado, Augusto Batalla confesó que estuvo a punto de tirar la toalla y poner fin a su carrera profesional siendo muy joven. “A mí me han venido a buscar a la puerta de casa para que fuera a entrenar porque no quería. He tenido etapas donde me he ido la montaña solo, a pensar si esto era lo que realmente quería y si tenía las fuerzas para seguir. He pasado por momentos de depresión y no tengo problema en decirlo. Lo he pasado muy mal”, recordó.
Y agregó: “Fue al encontrar la calma cuando me di cuenta de la magnitud que tuvo todo. Me ha costado mucho. Estuve tres años en Chile y empecé a trabajar, no sólo mi cabeza, también mi físico. Después fui a San Lorenzo y di la vuelta a mi imagen en Argentina. Después me vine a Europa y hoy estoy en un buen nivel. Con esa resiliencia ya gané. Salí del fondo del mar cuando todos esperaban que me hundiese”.
