Los hinchas ingleses se sorprendieron cuando la cámara del estadio lo enfocó. Lo estaban entrevistando para la transmisión y ahí estaba él, ídolo del Manchester City y recordado con mucho cariño en el West Ham, su último equipo. “Va a ser difícil, pero debemos ser positivos”, decía Pablo Zabaleta por TV. No hablaba de Inglaterra, claro, sino de Albania el equipo en el que hace dos años es el segundo entrenador.
Con el brasileño Sylvinho se conocieron en el City y pese a la diferencia de edad armaron una gran relación. Que se extendió con los años hasta que en 2022 lo llamó para sumarlo a sus planes en el país europeo. Juntos ya hicieron historia: en el 2023 lograron su segunda clasificación histórica a una Eurocopa. En el 2024, en Alemania, finalizó en el cuarto lugar, compartiendo grupo con Italia (1-2), España (0-1) y Croacia (2-2).

Zabaleta en la gala de fin de año de la Federación Albanesa. Foto IG.
El sueño de seguir marcando el camino continúa para la dupla sudamericana: el sueño es clasificar a un Mundial que tendrá 16 cupos directos para Europa. Por la primera fecha cayeron ante Inglaterra, a fines de marzo, por 2-0. Y vencieron a Andorra por 3-0. El próximo rival será Serbia, recién en el mes de junio. En la fiesta organizada por la Federación Albanesa, Gianni Infantino los alentó a ir por uno de esos nuevos cupos mundialistas. Pablo ya sabe de esas gestas.
Albania, ubicada en el sudeste de Europa, en la península balcánica limitando con Montenegro, Serbia, Kosovo, Macedonia del Norte y Grecia, nunca se clasificó a un Mundial. Además de la Euro 2024, tuvo una participación en el mismo torneo en el 2016.
Un hombre de Selección
Tres mundiales juveniles (uno Sub 17 y dos Sub 20, el segundo siendo campeón), uno con la Mayor (Diego Maradona no lo llevó a Sudáfrica 2010 pese a su gran rendimiento en el City) con final incluida en Brasil 2014. Dos Copas América (una con final perdida vs Chile también, no pudo jugar la Centenario 2016 por lesión) y una medalla de oro olímpica, Zabaleta jugó con la celeste y blanca cerca de 99 partidos (al menos, oficiales) entre unos y otros.

Zabaleta y su licencia UEFA Pro. Foto IG.
Su último partido fue por Eliminatorias, hacia Rusia 2018, en noviembre de 2016. Seis meses más tarde le tocaría también despedirse de la que había sido su casa durante nueve temporadas. El Manchester City decidió no renovarle y en mayo del 2017 firmó su vínculo con el West Ham. Durante ese tiempo había sido dos veces campeón de la Premier, una de la FA Cup, dos veces de la Copa de la Liga y una vez de la Supercopa de Inglaterra. Fueron 333 partidos.
Con los Hammers, su tercer equipo en Europa (antes había estado en el Espanyol, donde había conquistado una Copa del Rey) jugó 80 partidos. En Argentina, tras salir de Obras Sanitarias de Arrecifes, también había sido campeón con San Lorenzo de la Copa Sudamericana.
El retiro de Zabaleta
Los días de Pablo Zabaleta post retiro comenzaron a agitarse sobre todo después de la pandemia. Para 2020 decidió colgar los botines, pese a que el cuerpo todavía le daba para seguir y el DNI sólo acusaba unos 35 años. Sin embargo, abandonó Inglaterra y se instaló en Barcelona, en la búsqueda de ese disfrute de la familia que entre los equipos y la Selección le habían quitado.
Tiempo con su esposa española Christel Castaño y con sus hijos Asier y Julen (nombres de descendencia vasca), que en aquel entonces apenas tenía un año y meses de vida. Llevarlo al colegio al mayor, compartir las tardes, tareas de un padre que ya estaba lejos de la pelota. No tanto por gusto: su idea era estar cerca de las canchas pero las restricciones por el virus lo mantuvieron al margen.
Igualmente, en su casa nunca se dejó de ver fútbol: su mujer catalana era periodista y según él, sabe mucho de fútbol. Un dato curioso: se casaron en Argentina a pedido de ella y eligió como testigo a Giannina Maradona.

Zabaleta marcando a Arjen Robben en el partidazo ante Holanda, en Brasil 2014. Getty Images.
Ya para el 2022, después de varias apariciones en televisión comentando partidos o participando de paneles de análisis, llegó la propuesta oficial para ser parte del staff de la BBC y ser el analista de Argentina durante el Mundial de Qatar. Así, junto con el histórico Gary Lineker (goleador inglés del Mundial 86) y un equipo de profesionales acompañó a la Selección en su consagración en el Mundial 2022.
Claro que al mismo tiempo un llamado telefónico con otra propuesta cambiaría su destino de allí en más. Estando en Qatar, Sylvinho lo llamó por teléfono. Tenía una reunión con la Federación de Albania y si lo elegían para asumir, quería tenerlo en su cuerpo técnico. Así que se puso a ver videos y cuando le confirmaron el puesto, viajó a Tirana -su capital- para empezar a trabajar.
En ese momento fue que decidió entonces comenzar una nueva etapa. Pasó la de jugador, la de comentarista, y llegó la de entrenador. De hecho, en Albania finalmente terminó el curso de técnico y recibió su licencia UEFA Pro a fines del 2024. “Me siento orgulloso y honrado de haber completado el curso y finalmente obtener mi diploma”, escribió en redes sociales.
Juntos armaron un plantel joven con buena perspectiva en enero del 2023 con la cabeza puesta en clasificar a aquella difícil Eurocopa. También la de buscar talentos con raíces albanesas, con padres que quizás emigraron, para conformar el equipo del futuro. Gracias al algoritmo que crearon y al trabajo de scouting, lograron repatriar a muchos jugadores.
De hecho, el 73% del plantel nació en el extranjero, apenas siete lo hicieron en su país. Ese trabajo se encargaron de hacer entre la Federación y el cuerpo técnico.
“Si me hubieran preguntado antes de la fase de clasificación si íbamos a quedar primeros, no sé si éramos tan optimistas. Pero queríamos al menos luchar por un puesto y, sí, acabamos jugando muy bien y ganando el grupo”, dijo con sinceridad en Coache’s Voice. A mediados del 2024 y tras los buenos resultados, renovaron sus contratos hasta diciembre del 2025.
En enero del 2025 y ya con vistas a las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, junto con el cuerpo técnico estuvieron de recorrida europea por diferentes estadios viendo a sus jugadores. La competencia ya está en marcha y la mente esta puesta en el tercer partido del grupo K, ante Serbia. El mismo mes enfrentará a Andorra y luego serán las revanchas. La fase finalizará el 16 de noviembre nuevamente ante los ingleses.
Tras la salida del Dorival, DT de Brasil, el nombre de Sylvinho comenzó a sonar en algunos lugares. Es que ya estuvo en la Canarinha: fue asistente de Tite. Primero en Corinthians (luego fue DT en solitario del Timao) y luego en su selección, del 2016 al 2019. También trabajó con Roberto Mancini en el Inter. ¿Aceptará Zabaleta si lo llaman algún día?
Las historias de Zabaleta
Nacido en la ciudad de Buenos Aires pero mudado a Arrecifes en sus primeros días de vida, fichó para San Lorenzo y su mamá, que falleció cuando Pablo apenas tenía 14 años, lo llevaba y traía desde su casa hasta que pudo instalarse en la pensión y continuar sus estudios en un colegio de Villa Lugano.
Participó de los Torneos Bonaerenses, no sólo en fútbol, según contó en El Gráfico. También buscó clasificar en handball y hasta en Cultura, con una banda de música en la que él tocaba la guitarra eléctrica y a la que le pusieron La Tuerca.
Con San Lorenzo, fue parte del plantel que le dio la primera copa internacional al club, ganando la Sudamericana en el 2002. Y con el Manchester rompió otra maldición: ganó la Premier luego de 44 años en aquel recordado partido ante el QPR (metió su primer gol en la temporada en el 1-0 y el Kun Agüero metió el 2-1 en el minuto 93 para lograr el título).
Con Messi logró dos títulos: el Mundial Sub 20 del 2005 en Holanda y luego la medalla dorada en los Juegos de Beijing 2008. Jugaron aquella final del Mundial de Brasil 2014. También coincidieron en Barcelona, en diferentes equipos, claro. Salían mucho a comer juntos en aquellos tiempos y allí surgió una divertida anécdota con el 10.
“Messi solía comer e inmediatamente dormirse. Tenía una hermosa casa en las montañas en las afueras de Barcelona, pero también tenía un piso en el centro de la ciudad. Fuimos a comer, llegamos al coche y se quedó dormido. Le pregunté: ‘Leo, antes de que duermas, ¿a dónde te llevo?’. ‘A mi casa en Castelldefels’. Dijo eso y se quedó dormido. Llegamos a su casa, desperté a Leo y me dijo: ‘¡Aquí no! ¡Te dije que a mi otra casa!”.
“Le respondí: ‘No, no… No me importa. Podés dormir acá. ¡No podés hacerme esto!’. Por supuesto lo llevé de vuelta… ¡Tenía al lado en mi coche a un talento de 80 millones de euros!“, contó hace varios años.
Tras aquella final del Mundial, por decisión unánime del Concejo Deliberante lo nombraron ciudadano ilustre de Arrecifes y le pusieron su nombre al estadio municipal, donde se juega la liga local.

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