El Estadio Único Madre de Ciudades de la provincia de Santiago del Estero está albergando el encuentro que pone frente a frente a Boca Juniors y Patronato de Paraná por la Supercopa Argentina. Es decir, el campeón vigente de la Liga Profesional y el último ganador de la Copa Argentina.

Naturalmente, y, pese a los antecedentes recientes en los que la entidad de la provincia de Entre Ríos tuvo a maltraer a Boca, derrotándolo por 3-0 en la Liga Profesional y por penales en la Copa Argentina, el claro favorito es el combinado Xeneize.

En medio de ese panorama, los comandados estratégicamente por Hugo Benjamín Ibarra salieron a jugar el partido con la obligación de ser protagonistas y de quedarse con la victoria en el tiempo regular para no generar un mayor desgaste.

En ese contexto, Boca tuvo la primera clara cuando transcurrían jugados 19 minutos del primer tiempo. Allí fue cuando Sebastián Villa aprovechó su velocidad para quedar mano a mano con el arquero Julio Salvá, pero éste se despachó con una atajada fenomenal.

Posteriormente, poco tiempo después, el que quedó mano a mano con el propio Salva fue Luca Langoni, juvenil de Boca que fue atorado por el arquero de Patronato, quien maravilló nuevamente a propios y extraños a los 23 minutos de juego.