Resulta historia conocida que la confianza es un arma de doble filo en el fútbol. Por un lado, puede elevar de gran manera el nivel de cada jugador, haciéndolo vivir rachas o momentos destacados. Sin embargo, abusar de ella puede desembocar en un duro golpe de realidad. Eso fue lo que le ocurrió a Ignacio Arce, arquero de Riestra, quien terminó protagonizando un blooper que le costó muy caro.
Por la fecha 13 del Torneo Apertura, el Malevo cayó 3-0 en su visita a Instituto de Córdoba y le puso fin a un invicto de siete partidos, en el cual, paradójicamente, Arce supo erigirse como la figura del equipo en más de una ocasión. Pues ahora fue el propio guardameta quien se encargó de entregarle en bandeja el segundo tanto a la Gloria, con una jugada donde el exceso de confianza es la única explicación lógica a la vista.
Cuando el reloj marcaba los 15 minutos del segundo tiempo y Riestra caía por la mínima, con un hombre menos, Arce contuvo una pelota dentro del área chica. Y, en lugar de realizar un típico saque en largo, apostó por una jugada personal. ¿Cómo? Decidió salir jugando cual mediocampista experimentado. Sí, soltó el balón al borde del área y comenzó a trasladarlo hasta la mitad de cancha. Nunca levantó la cabeza ni mostró intenciones de pasarla. Aunque la locura terminó rápidamente cuando entre varios jugadores de Instituto lo rodearon y se la quitaron.
Acto seguido, con el arco completamente al descubierto y Riestra mal parado, el Gato Lodico aprovechó la situación y, desde cerca del círculo central, realizó un estupendo remate que terminaría en el fondo de la red. Mientras, Arce se agarraba la cabeza, siendo consciente de la desconcertante situación.
Los hinchas de Instituto ovacionaron a Arce
A su vez, también es historia conocida que el espíritu futbolero no perdona nunca. Menos cuando existen chicanas de por medio. Y los hinchas de Instituo supieron aprovecharse a la perfección del contexto del segundo gol. Es que luego de festejar el grito de Lódico, todos los presentes ovacionaron al unísono a Nacho Arce, agradeciéndole por el blooper que protagonizó. Casualidad o no, el guardameta supo vestir la camiseta de Instituto durante seis meses en 2019.
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