“No sólo está libre, sino que otra vez volvió a escribirme. ¡Por favor! ¿Te tienen que matar para que la justicia actúe?”, escribió en sus cuentas de Twitter e Instagram. Preocupada e indignada, en dosis iguales. Así se siente Agustina Albertario, delantera de Las Leonas quien hace meses solicita protección y una reacción de las autoridades dado el acoso que está padeciendo con un hombre al que se le había impuesto una restricción perimetral.

Cansada, Albertario denunció mediante sus redes sociales que volvió a ser acosada por un hombre de 50 años que había sido detenido en febrero de 2021 por violar la restricción perimetral que le había sido impuesta por la Justicia. Se trata de Juan Mariano García Sarmiento, de 50 años, quien “no sólo intentó entrar al hotel donde yo estaba, sino que me dejaba notas y me llamaba amenazándome”.

Por ello, ahora, la integrante del equipo argentino de hockey sobre césped volvió a reclamar: “Ahora él está libre de nuevo. ¡Y la que se tiene que cuidar soy yo! ¿Qué tiene que pasar para que dejen encerrado a un enfermo mental?”.

La Leona de 29 años y pareja de Lucas Alario sostiene que García Sarmiento cuenta con “más de ocho denuncias de distintas mujeres… No entiendo este país. Tengo mucha bronca y mucho miedo”.

El caso de acoso se inició en enero de 2020 cuando las Leonas viajaron a Mar del Plata por una pretemporada. Allí, el hombre denunciado por Albertario se había acercado al hotel donde se alojaban las jugadores argentinas para dejar una nota destinada a ella que decía: “Hola cachorra. Beso grande. Cuidate! Love U”. A partir de allí todo se intensificó. “El acoso fue sistemático a través de las redes sociales”. Tanto que Albertario realizó la denuncia ante las autoridades judiciales marplatenses y la replicó también de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se solicitó “una medida de restricción de acercamiento y de todo tipo de contacto electrónico” contra el acosador y medidas “en resguardo de la integridad física y psíquica” de la víctima.

Sin embargo y más allá de haber sido denunciado y detenido (al menos en dos oportunidades), “él está libre. Gracias igual a los que quieren ayudar, pero ojalá esa fuera la solución”, contó Albertario, con absoluto y claro temor.

¿Hasta cuándo las autoridades van a dejar que estas situaciones continúen? ¿Cuántas mujeres deben vivir con temor, mientras sujetos de la calaña de García Sarmiento viven como si nada su vida? ¿Cuántas mujeres tienen la posibilidad de Albertario de que su denuncia se viralice y su caso tome relevancia para la Justicia? ¿Cuántas no? Todas preguntas que parecen no tener una respuesta. Al menos, una clara que sirva y que evite casos como el de la Leona y, claro, aún peores.