Pablo Solari llegó a Colo Colo como un desconocido y rápidamente se transformó en uno de los jugadores más importantes del Cacique. Proveniente de Talleres de Córdoba, donde no alcanzó a debutar en el profesionalismo, vivió un breve proceso de adaptación para pasar a ser una alternativa para Gustavo Quinteros. 

Sus primeros partidos fueron los de un joven lleno de ímpetu, pero algo timorato en la toma de decisiones. Desde un primer momento destacó por su velocidad, sin embargo, sucumbía con el correr de los minutos y su físico no le permitía aguantar un partido completo. 

Con el correr de los encuentros ganó en confianza, en musculatura y comenzó a ser determinante en el ataque del Cacique. Encontrando un punto de inflexión en el recordado encuentro por la permanencia ante la Universidad de Concepción que le permitió a Colo Colo mantener su situación de privilegio como el único club chileno que nunca ha descendido. En aquel partido, Solari fue la figura y anotó el único gol del encuentro. 

¿Cómo definir a Pablo Solari? Un atrevido, es de esos jugadores que siempre va para adelante, le encanta el uno a uno y ganar en velocidad. Maneja ambos perfiles, pero sin dudas donde más cómodo se siente es por la derecha, donde suele hacer la diagonal y finiquitar la jugada. 

Pese a ser un jugador que le encantan los duelos, sabe ser asociativo, se conecta muy bien con los volantes y en particular con el lateral derecho. Le gusta buscar la pared para ganar en velocidad y encontrar mal paradaa a las defensas adversarias. 

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Pese a ser un extremo, no se caracteriza por sacar centros que busquen el juego aéreo. Al Pibe le gusta ganar línea de fondo y habilitar con un pase atrás o derechamente finalizar la jugada. Tal vez su faceta más invisible tiene que ver con entender la táctica, sabe retroceder y sumarse a los volantes a la hora de defender. 

River se lleva a un jugador que aún no ha tocado techo, tiene mucho por crecer y aprender. En los entrenamientos es un profesional muy comprometido con lo que le pide el cuerpo técnico y fuera de la cancha un muchacho muy disciplinado. 

¿Qué debe mejorar? La intermitencia, hay momentos en que no le resulta una jugada, se frustra y desaparece del partido. Algo muy propio de la edad, que seguramente Marcelo Gallardo tiene bastante claro.