Luego de tantas vueltas e incertidumbre al respecto, finalmente Argentina será sede del inminente Mundial sub 20 que iniciará el 20 de mayo y gracias a ello, la Selección dirigida por Javier Mascherano clasificó por ser el país anfitrión del certamen pese a no haber logrado la clasificación mediante el Sudamericano.
En la prelista que dio el seleccionador aparecen las más grandes joyas albicelestes como Valentín Barco, Agustín Giay, Ignacio Maestro Puch, Valentín Gómez, Alejo Veliz y más del ámbito local, mientras que desde el exterior encontramos nombres como el de Luka Romero, Valentín Carboni, Matías Soulé, Alejandro Garnacho, Nicolás Pazy Facundo Buonanotte.
Mientras que por reglamento de AFA los equipos del fútbol argentino están obligados a ceder a los jugadores al Mundial, con los equipos de Europa se requiere de una charla previa con los directivos y entrenadores de cada club para convencer las cesiones, ya que la Copa del Mundo se desarrolla a fines de la temporada en el viejo continente.
De estos juveniles, los que más difícil la tienen son Buonanotte, Paz y Garnacho, ya que Brighton, Real Madrid Castilla y Manchester United no quieren prestar a sus jugadores por lo que se juega cada equipo a fines de la campaña y lo importantes que son para los planteles. Por eso, Mascherano decidió viajar a inglaterra para reunirse con miembros de los clubes donde Garnacho y Buonanotte pertenecen y se supo que tras este intento de convencimiento de parte del entrenador, la respuesta de los clubes sigue siendo negativa y ambos futbolistas están cada vez más lejos de ser parte del plantel mundialista juvenil.
Sin embargo, la AFA guarda una última carta para contar con Garnacho y con Buonanotte. Según informó el periodista Mariano Antico, la opción con la que cuenta la Selección para que ambos juveniles digan presente desde Inglaterra es la intervención en las negociaciones con los clubes de Claudio Tapia, quien intentará torcer la decisión del United y del Brighton. La postura de los dos pibes es estar con la Selección, pero sin el ok de los clubes será difícil. ¿Podrá el “Chiqui” convencer a los directivos británicos o ya no hay vuelta atrás?