El camino de un juvenil a Primera nunca es sencillo. La incertidumbre por saber si vas a poder llegar y afianzarte siempre está presente y saber que eso es un privilegio de pocos te obliga a estar fuerte de la cabeza. Si hay alguien que sabe de revertir adversidades es Ángel Di María, quien ya lo viene haciendo desde que tenía 14 años.

En diálogo con Diario Olé, Fideo recordó lo que le decía uno de los entrenadores que tuvo en Rosario Central. "Es feo que te hagan lo que me hicieron. Cuando vos tenés 14 años, que un entrenador te diga que vas a ser un fracaso, que no vas a llegar a Primera, que porque no saltás a cabecear o porque no vas a trabar sos un cagón, me parece que no debería entrenar", aseguró el zurdo y agregó: "A mí ese día me mató. Me destruyó totalmente".

Posteriormente, contó las claves para dejar atrás ese mal momento: "Tenía compañeros muy buenos. Que, al día siguiente, no saltaban a cabecear para que yo salte y gane. Se dieron cuenta de lo que había sufrido. Con 14 años, se dieron cuenta que había sufrido un montón, que me había puesto a llorar delante de todos, y el entrenador no".

Un tiempito después, a Ángel le llegó la oportunidad de hacer su debut en Primera con apenas 17 años y claro que la supo aprovechar. Hasta el día de hoy no se olvida de ese entrenador, pero siempre será gratificante recordad lo equivocado que estuvo.