SENSACIONES RARAS

Por Darío Sanhueza

Partamos desde el final. Son raras las sensaciones después de este empate, ante la que sin dudas es la peor Universidad Católica de los últimos años. Sin duda hay mérito de los diez jugadores -y sus reemplazantes- que sostuvieron el partido en el segundo tiempo, que no perdieron el partido, pero es inevitable sentir que incluso en estas circunstancias desmedradas por la irresponsabilidad de un jugador experimentado, con un poco más de ahínco y precisión podríamos haberlo ganado.

La bronca queda porque con once, muy probablemente la cosa se habría inclinado para acá. Fútbol ficción, incomprobable por supuesto. En los veinte primeros minutos Colo Colo estuvo realmente cerca, con un par de incursiones interesantes de Damián Pizarro, un cabezazo de Bolados bien contenido por Dituro y otro de Ramiro González que se fue por muy poco, ante una UC que mostraba realmente muy poco, algún de intento de juego por bandas y melonazos a un Zampedri que estuvo todo el partido bien controlado.

Hasta que llegó la situación que determina el partido, la inexcusable irresponsabilidad de Gil de tirar un codazo cortito frente a todo el mundo. Es mucho más grave que la situación de Falcón ante Everton: el Colorado tenía amarilla, Peluca no; quedaba un tiempo completo -el uruguayo fue expulsado a los ’79 en ese partido-; y se jugaba de visita, ante un rival tradicional y competidor directo en la lucha por el título. Ahora bien, seguramente Quinteros va a poner a Gil contra Monagas el miércoles, y si le preguntan, dirá que se trata de competiciones distintas, donde hay que ir con lo mejor, y que no tenemos otro jugador de esas características, lo cual hará más evidente el doble parámetro que mantiene el técnico dependiendo de la afinidad que tenga con el jugador en cuestión. Esto se vio ratificado además con las indecorosas declaraciones post partido por parte del DT, insinuando que el Colorado había estado mal expulsado y que Colo Colo se había visto perjudicado por la decisión arbitral. Basta, en serio, por favor.

El Cacique no pasó del empate ante los cruzados. | Foto: Photosport

La UC, más por obligación que por convicción, protagonizó más en el segundo tiempo, con un técnico absolutamente obnubilado que tiró delanteros a la cancha como quien se pone a tirar piedras en una laguna, y encontró buena respuesta en líneas generales por parte de la línea defensiva, especialmente Falcón, que por suerte no estaba castigado por el técnico y pudo jugar. Buen partido también de Dani Gutiérrez hasta que tuvo que salir, debiendo ingresar el lesionado De los Santos, que igual tuvo un par de intervenciones destacables, que le van a costar estar un mes afuera.

Lo único de la UC vino de parte del excelente Alexander Aravena, aprovechando dos errores de Ramiro González y que el palo nos permitió mantener el cero, además de un par de buenas acciones de Brayan Cortés. Y pudo ganarlo igual Colo Colo, con un remate fuera de contexto de Jeyson Rojas que rozó el palo y una tremenda carga por derecha de Damián, que con potencia y habilidad se llevó a Mena y lamentablemente quedó sin ángulo.

 

Ya han pasado diez fechas y la campaña del Cacique es mediocre: 15 puntos, 50% de rendimiento, cuatro partidos ganados, tres empatados y tres perdidos. En un torneo moderadamente bueno Colo Colo tendría muy pocas chances de ser campeón, pero en este primer tercio de campeonato nadie ha dado un real campanazo de autoridad, más allá del buen juego de Huachipato y los interesantes inicios de Cobresal y Coquimbo. Aún se puede. Pero es imprescindible no perder más puntos como local, lo cual también aplica a la Copa: hay que ganarle a los venezolanos, no hay excusa posible.