Universidad de Chile durante esta jornada se puso en marcha para lo que será la temporada 2023, en la que algunos jugadores visitaron las inmediaciones de la Clínica Meds para realizarse exámenes de rigor antes de enrielarse a la pretemporada.
Uno de los jugadores que estuvo en dicho recinto fue el volante de los ‘Azules’, Pablo Aránguiz, quien llegó a someterse a dichos exámenes y llamó la atención de todos medios que estaban apostados en el lugar mencionado.
¿La razón? Su cierre en el 2022 no fue de los mejores debido a que el jugador se vio involucrado en un violento hecho fuera de la cancha, el cual lo envolvió en una gran polémica y que terminó de coronar de pésima forma en lo futbolístico tras salir expulsado en uno de los últimos encuentros de la U con una insólita agresión.
Estos sucesos ya mencionados hicieron poner en la pitilla la continuidad de Aránguiz para el 2023, en la que los hinchas de la U comenzaron a perder la paciencia con el jugador y desde Ñublense comenzaron a hacerle ojitos al jugador para poder apapacharlo en la próxima temporada.
Durante esta jornada, Aránguiz fue buscado por los medios de comunicación para conocer de su propia voz que será de su futuro en la U y el volante sacó de sus mejores gambetas para eludir a la prensa.
Pero a pesar de aquello, el jugador esgrimió escuetamente que hasta el día de hoy sigue ligado a los ‘Azules’ “me queda un año más con la Universidad de Chile”.
Las próximas semanas deberían ser clave para conocer concretamente de qué será del futuro de Pablo Aránguiz, en la que Mauricio Pellegrino evaluará en los primeros entrenamientos si lo necesitara para el 2023 o le abrirán las puertas para poder salir.