Solo 30 minutos de partidos alcanzaron a jugar Universidad de Chile y Universidad Católica en Concepción, ya que a partir de la media hora un grupo de barristas provocó serios incidentes en la tribuna preferencial del Ester Roa Rebolledo.

Bombas de ruido y bengalas lanzadas a la cancha obligaron a que la autoridad decida suspender el compromiso ya que no estaban las condiciones de seguridad para que se siga disputando esta tarde.

No obstante, la ANFP comunicó que el Clásico Universitario sí se va a reanudar, aunque será a puertas cerradas.

Mediante un comunicado, el ente rector del fútbol chileno indicó que "el Directorio en sesión extraordinaria ha decidido reprogramar el partido suspendido, en día, hora, lugar y sin público de acuerdo a la coordinación que se hará con la autoridad y que será informado a la brevedad".

Sobre los últimos hechos de violencia en los estadios, agregó que "en los próximos días la ANFP citará a una reunión urgente del fútbol chileno, para dar celeridad al trabajo de la mesa de seguridad que hemos encabezado con todos los sectores públicos y privados, a fin de endurecer las penas y los castigos por violencia en los estadios".

Por último, informó la ANFP que se suma a las palabras de repudio del Presidente de la República Gabriel Boric, a quien "solicitará una reunión para trabajar en contra de la violencia en los estadios".