Estuvimos conversando de fútbol y me hizo una pregunta que me llegó profundo ‘¿Cuál es el proyecto de Chile?’ ‘¿Qué están haciendo?’… Le conté lo que estamos haciendo con el fútbol formativo, con el diagnóstico que hicimos, lo que hacemos con el futsal escolar, con nuestro departamento de ciencias de fútbol y nuestro departamento de scouting, para buscar nuevos talentos, nuevos jugadores para nuestra selección”.

Con esas palabras, el presidente de la ANFP, Pablo Milad, inflaba el pecho en enero de 2024 para dar a conocer la reunión de cuatro horas que había sostenido con Ricardo Gareca para convencerlo de asumir en una selección chilena que venía golpeada tras la renuncia de Eduardo Berizzo. El timonel, obnubilado por el cuento del ‘Tigre’, aceptó pagarle al DT un cheque de 3,7 millones de dólares al año a cambio de recuperar el camino de La Roja hacia el Mundial de 2026. 

Ricardo Gareca no va más en La Roja (Photosport).

Tras una presentación casi cinematográfica ante los medios, el argentino se estrenó en la banca de Chile en marzo de 2024 en los amistosos ante Albania y Francia. El debut ilusionó a todos, triunfazo 3-0 ante los balcánicos y una ajustada derrota 3-2 frente a ‘Les Bleus’, donde el método Gareca dejaba buenas sensaciones. 

Pero el castillo de naipes se comenzaría a derrumbar rápidamente. Con la Copa América a la vuelta de la esquina, La Roja engañaba a todos con un 3-0 amistoso sobre un Paraguay que a esa altura estaba en una peor situación. 

Para la cita continental, Gareca prescindió de los históricos Arturo Vidal y Gary Medel, a quien los bajó de la nómina para Estados Unidos 2024. Ante Perú, Argentina y Canadá, la Roja fue un fantasma: no anotó ningún gol, se generó pocas ocasiones ofensivas y se devolvió sin pena ni gloria tras quedar fuera en la fase de grupos. Sería el preludio de una vergüenza histórica. 

Pablo Milad, otro de los grandes responsables del fracaso histórico (Photosport).

El 5 de septiembre de 2024 comenzaría la debacle con Gareca a la cabeza: baile en Buenos Aires ante Argentina (3-0), derrota histórica ante Bolivia en Santiago (1-2), caída ante Brasil en el Nacional (1-2), goleada vergonzosa a manos de Colombia en Barranquilla (0-4), empate amargo en Lima contra Perú (0-0) y apenas un triunfo ante Venezuela que ilusionó poco y nada (4-2). Apenas 4 puntos para un proceso del que se esperaba mucho más. 

En febrero vino una goleada amistosa ante Panamá (6-1) que abrió una ilusión, pero la fecha de marzo trajo una dura derrota en Asunción ante Paraguay (1-0) y el empate sin goles ante Ecuador, cuando la selección no tenía otra opción que ganar. Ahí vino un intento de renuncia de Gareca, la que finalmente no ocurrió porque la dirigencia de la ANFP no tenía los fondos para pagarle el finiquito al entrenador argentino. 

Con la reciente caída ante Argentina y Bolivia finalizó quizás, el proceso más vergonzoso en la historia de la selección chilena: tras 17 partidos dirigidos, la Roja del Tigre Gareca ganó 4 encuentros, empató 4 y perdió 9. Por los puntos, los números no resisten análisis: apenas obtuvo un triunfo y recibió 21 goles en contra. Papelón por dónde se le mire.