Esteban Valencia ese convirtió en el último tiempo en la Universidad de Chile en un bombero. El Huevo siempre apagó los incendios cuando quedaba la grande en el cuadro masculino y, además, siempre asumió el riesgo como técnico interino en varias ocasiones. Finalmente, el ex volante azul encontró su nicho en el elenco de Proyección y hace algunas semanas, el símbolo de la U fue notificado con su salida.
Uno de los héroes de la U en la década del 90 partió del club de sus amores, luego de no tener una la chance de quedarse realmente con el puesto de técnico oficial del primer equipo. En diálogo con LUN, Valencia reconoció que duele la salida del club, pero que ese duro mensaje ni siquiera se lo entregó el presidente de Azul Azul, Michael Clark, con el que jamás generó una relación ni una conversación.
“Las cosas ahora se están haciendo de una manera muy especial en la U. Y todos los que hemos estado en el club por nucho tiempo lo hemos notado (…)La de tener distancia con los dueños o los máximos dirigentes. Yo trabajaba todos los días en el CDA, pero nunca tuve una conversación con el presidente, sus cercanos o accionistas mayoritarios”, expresó Valencia.
Además, el Huevo agregó que “mi despido fue a través del gerente y mi entorno diario era con mis colegas en las inferiores, el canchero y el utilero, nunca con los de las altas esferas”.
“Hoy, con este nuevo esquema eso no pasa. Llegamos a los gerentes no más”, manifestó Valencia con sus descargos tras su adiós a la U, que el mismo exjugador de Colón de Santa Fe creía que podía ser posible en algún minuto.
“Era algo que yo sabía que podría pasar en algún momento y las razones son las de siempre: una reestructuración”, esgrimió Valencia.