La generación de la década del 90 fue una de las más importantes en Toluca. Con José Saturnino Cardozo a la cabeza,  y otros grandes futbolistas acompañándolo, se adjudicó el título del Torneo de Verano 1998 y repitió la misma fórmula para quedarse también con ese trofeo, un año después.

Aquel plantel profesional de los Diablos Rojos tenía muchos elementos sudamericanos. Además del Príncipe Guaraní, jugadores como Fabián Estay y Carlos Morales también conformaban el vestidor y llevaban a diario una curiosa costumbre que hace muy poco tiempo salió a la luz.

En diálogo con Mediotiempo, el chileno que ahora es analista de Fox Sports ventiló la cábala que tenían en ese entonces: "De repente entrenábamos un sábado en la mañana, jugábamos el domingo y en todo el sábado no nos bañábamos hasta después del juego. A diferencia de hoy que los chicos se echan perfume para entrar, se peinan...".

"No es que no nos bañáramos nunca, era un tema de que veníamos con una escuela sudamericana donde nosotros, que debutamos jóvenes, vas adquiriendo manías o mañas y en ese sentido pensábamos, o era lo creencia que teníamos, que bañarnos antes del partido te quitaba energías", aseguró Estay.

Claro que también aceptó que era más fácil estar "sucio" en ese entonces: "Eran otros tiempos diferentes, no había tantas redes sociales, podías dejarte barba si querías. Y ahí están los resultados gracias a Dios. Pepe es un histórico y a mí me fue muy bien en México, valía la pena no bañarse un día antes del partido".