Tigres UANL y Belgrano de Córdoba se siguen enfrentando en una guerra fría que parece no tener fin. Todo se originó cuando el conjunto Felino compró a Lucas Zelarayán en enero del 2016 y, esa transferencia, dejó asentado un porcentaje al equipo sudamericano que nunca se ha abonado.  

Zelarayán tuvo un gran rendimiento en México, razón por la que Columbus Crew decidió invertir por él una suma de 8 millones de dólares. Según entienden desde el Pirata, sus arcas debían recibir un 30% que se correspondía a ese porcentaje acordado. Sin embargo, lo único que le llegó al equipo argentino fueron malas noticias. 

A pesar de la intervención del TAS y la obligación en que los auriazules se hagan cargo de abonar los 2,4 millones de dólares, Tigres se negó y jamás realizó el pago. ¿Por qué razón? La siguiente: el jugador argentino de la MLS terminó contrato con los felinos y no renovó. No obstante, después de 15 días la UANL lo volvió a contratar y, allí, se hizo el dueño al 100 por ciento de la ficha del futbolista. 

Según las informaciones de Súper Deportivo, alegan que “si Belgrano cuando se hizo la transferencia a nuestra institución se hubiera quedado con una plusvalía y no con los derechos económicos, sí le hubiese correspondido cobrar”. Sin dudas, una situación en la que el perjudicado aparenta ser Belgrano, aunque los Felinos cuidan lo suyo. 

La situación no ha pasado a mayores, aunque Tigres puede correr el riesgo de no poder fichar en los próximos mercados, ya que el TAS ya ha dado su veredicto. Seguramente y por lo visto, esta historia todavía no ha escrito su último capítulo.