Jonathan Espericueta es uno de los elementos de Tigres UANL que pasó sin pena ni gloria, pero que su relato indica que Ricardo Ferretti también tiene un poco de responsabilidad. No es común que, por ejemplo, Leonardo Fernández tenga tan pocos minutos o que Nicolás López sea sacado del equipo sin explicaciones. Para ayudar a entender un poco más al Tuca, el exjugador Felino dio su relato. 

Espericueta llegó a Tigres con muchas esperanzas, ya que supo ser campeón del Mundo Sub-17 con la selección de México en el 2011. No obstante, su paso por el conjunto de Nueva León se limitó a 614 minutos repartidos en 15 partidos, registrando 4 goles y 3 asistencias. Ahora bien, ¿por qué dejó de jugar un día para el otro? El futbolista lo reveló en el podcast de Pello Maldonado. 

“Yo me llevaba muy bien con él (Ferretti), él me hablaba mucho, me preguntaba cómo me sentía, cuando empieza mi desespero, yo hablé con el directivo (Miguel Garza), le digo, ¿qué hago?, quiero jugar, ya no aguanto estar sin oportunidades, ya no quiero que solo sea Copa, Concachampions y Libertadores, no quiero que sean nomás los partidos de fase de grupos, porque llegaban las finales y sabía que no ibaa jugar”, contó el futbolista. Entonces, Miguel Garza lo derivó a Ferretti

Ricardo Ferretti cepilló a Jonathan Espericueta

El actual jugador de Atlético Veracruz de la Liga Mexicana del Balompié contó que Ferretti era su compañero de tenis balón y le preguntó lo que estaba sucediendo, a lo que el Tuca le respondió: "Tienes técnica, tienes buen golpeo, buena altura, lo único que te voy a pedir es a la defensiva, un poco de sacrificio, te voy a ayudar, vamos a trabajar, y vamos a darle para adelante para buscar tu oportunidad”. 

Lo que parecía una charla positiva, terminó siendo todo lo contrario. Inexplicablemente, Espericueta no volvió a jugar nunca más en Tigres: "A él no le gusta que lo cuestionen y que se acerquen mucho, pero yo no lo vi con ninguna malicia.  Yo no soy de andar peleando, le pregunté y desde ahí ya se dio el distanciamiento", culminó. Sin dudas, un trato particular.