Un año que quiere olvidar el americanismo es 2011. Aficionados que padecieron en carne propia los torneos Apertura y Clausura de ese entonces, no desean por nada del mundo volver a sufrir un periodo similar: penúltimo lugar general en uno de ellos y clasificándose con apuros a la liguilla al otro perdiendo partidos en el Azteca a lo largo de la temporada. Fue una pesadilla. Seguramente tampoco dejarán de recordar la campaña publicitaria hecha por Carlos Alazraki para engrandecer al club en esa época.
En un principio, la afición creía que los spots publicitarios para anunciar los partidos del equipo eran una broma, creían que iban a mejorar jornada tras jornada, pero no fue así. Las críticas fueron hacia la producción y creatividad de los comerciales, que tenían como eslogan la frase “América es grande, muy grande”.
El disgusto hacia los spots incrementó debido a la situación futbolística que atravesaba en ese instante el equipo, porque no podía ganar como local y peleaba por salir de la zona porcentual para evitar el descenso. La percepción era de que la campaña contrastaba con lo que sucedía en la cancha, por lo que no fue bien recibida.
Los anuncios poco a poco dejaron de aparecer en televisión hasta que desaparecieron. El propio Alazraki señaló en entrevistas que el fracaso publicitario se debió a los pésimos resultados que obtenía el equipo. Prevista para un lapso de tres a cinco años, con el objetivo de posicionar al club como el más grande de América Latina, la campaña no duró ni siquiera un torneo.
Entre que no hicieron clic con el americanismo desde un comienzo y la fatalidad de no conseguir victorias en casa, los comerciales del América fueron efímeros. De los partidos anunciados, las Águilas solamente ganaron dos (contra Querétaro y Atlas). Jugadores como Daniel Montenegro, Armando Navarrete, Juan Carlos Valenzuela, Aquivaldo Mosquera y Matías Vuoso formaron parte de aquel plantel que probablemente Alazraki querrá borrar de su mente.