Había una vez un futbolista brasileño que prometía mucho y que en su momento llegó a ser considerado uno de los mejores delanteros del mundo gracias al talento que mostraba con la pelota. Ese era Robinho, jugador que debutó en el Santos de Brasil y que rápidamente llamó la atención de Europa.

En 2005, el Real Madrid decidió ficharlo por más de 30 millones de euros, en una de las operaciones más comentadas de ese mercado. El atacante arribó como una de las máximas promesas del futbol mundial y permaneció en el club merengue durante tres temporadas, en las que conquistó dos ligas (2006-2007 y 2007-2008) y una Supercopa de España en 2008.

Posteriormente continuó su carrera en el Manchester City, donde fue uno de los primeros grandes fichajes tras la llegada de la inversión árabe, y más tarde pasó por el futbol italiano con el AC Milan, club en el que jugó por cinco temporadas. Luego jugó en Turquía y volvió a Brasil en varias oportunidades.

En 2013, cuando jugaba en el AC Milan, Robinho fue acusado junto a otras cinco personas de haber participado en una violación grupal contra una joven albanesa de 22 años en una discoteca de Milán. Años más tarde, la justicia italiana lo condenó por abuso sexual, un delito por el cual actualmente cumple una pena de nueve años de prisión en São Paulo, Brasil.

Robinho, convertido en DT dentro de la cárcel

Según reportó CNN Brasil, Robinho se reinventó tras las rejas y se convirtió en director técnico de un equipo de internos llamado “Abusadores”, en el torneo de futbol que se organiza dentro de la penitenciaría para famosos. Incluso, su figura no pasó desapercibida dentro de la cárcel.

Hoy, su nivel de fama en prisión creció tanto que recibe visitas de personas que buscan conocerlo personalmente, pedirle autógrafos y tomarse fotos junto a él. Cuando cumpla con su condena, tendrá 50 años, actualmente el ex futbolista tiene 41.