En el mundo del clavado, cada detalle cuenta, desde la precisión en el salto hasta la técnica durante la caída. Sin embargo, hay un aspecto menos visible pero igualmente crucial que muchos espectadores pasan por alto: el uso del jacuzzi post-clavado.

Durante los Juegos Olímpicos 2024, los espectadores comenzaron a preguntarse por esta particularidad. La realidad es que los clavadistas se someten a una serie de movimientos físicos intensos que requieren una combinación de fuerza, flexibilidad y control. Durante la competición, cada salto y pirueta expone al cuerpo a cambios bruscos de temperatura y a una presión considerable.

Después de la caída, es común que los músculos se enfríen rápidamente, lo que puede generar rigidez y aumentar el riesgo de lesiones. Para contrarrestar estos efectos y asegurar una recuperación óptima, los atletas recurren al jacuzzi, que sirve como una alberca de hidromasaje.

Sumergirse en agua caliente ayuda a relajar los músculos, mejorar la circulación y reducir la tensión acumulada durante los saltos. Es una práctica que se realiza desde hace muchos años.

¿Por que el Hidromasaje ayuda a prevenir lesiones?

El hidromasaje ofrece una serie de beneficios esenciales para los atletas, especialmente para los clavadistas que someten a sus cuerpos a demandas físicas extremas. Al sumergirse en agua caliente con jets de masaje, los experimentan un aumento en la circulación sanguínea. Esto ayuda a acelerar el proceso de recuperación y reducir la acumulación de ácido láctico, que es responsable de la fatiga y el dolor muscular.

Además, el calor del hidromasaje contribuye a la relajación de los músculos tensos y rígidos. Esto se debe principalmente a que después de un salto intenso, los músculos pueden experimentar contracciones involuntarias y espasmos.