Cada vez que nos referimos a un o una deportista como “leyenda”, ¿a qué se lo atribuimos? ¿Le decimos así por la cantidad de trofeos obtenidos o por respeto a sus años de trayectoria? Con Rossy Moreno aplican ambas percepciones y por eso se le rinde un homenaje de despedida como lo que fue y es: una de las mejores luchadoras de todos los tiempos.
No es exageración catalogarla así. Desde su apresurado debut a los 13 años de edad hasta la fecha, Moreno ha labrado un camino de 42 años de experiencia que ha rendido frutos con campeonatos, cabelleras y el aplauso constante de tres generaciones de aficionados rendidos a su estilo luchístico.
Es en el bando rudo donde ha forjado tanto la idolatría hacia su figura como la historia deportiva que colocó a la mujer en un plano estelar y trascendental dentro de un deporte que se creía exclusivo para los varones. De igual manera, mediante la lucha libre, logró irrumpir en la confrontación al machismo y la misoginia que imperaba en el público que acudía a las arenas.
Hombres y mujeres por igual iban a las luchas para verla en acción porque les atraía su conocimiento en llaveo, ras de lona y el salvajismo incontrolable cuando se dejaba llevar por la rivalidad en turno. Pagaban con gusto un boleto cuando Moreno era anunciada en un cartél debido a que con ella en el ring cualquier lucha era explosiva, nunca aburrida.
Encuesta ¿Es Rossy Moreno la mejor ruda de todos los tiempos?
¿Es Rossy Moreno la mejor ruda de todos los tiempos?
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Al paso del tiempo, ahora que se aprende a reconocer y validar el esfuerzo de las mujeres por abrirse brecha en distintos ámbitos considerados masculinos, Rossy empieza a ser apreciada como referente de un cambio sociocultural que contribuyó a que más chicas soñaran con ser campeonas mundiales y triunfar en Japón arriba de un ring, a que las gladiadoras aparecieran en luchas principales y cobraran a la par de los luchadores, a que se puede ser madre y luchadora con éxito.
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Ese reconocimiento que empieza a florecer cada vez más entre aficionados, e incluso por parte del propio periodismo deportivo, se da en un instante paradójico de su carrera, es decir,justo cuando dice adiós. Pero no hay que esperar a perderla, todavía es buen momento para iniciar a valorarla.
El homenaje, un adiós definitivo
En entrevista exclusiva con Bolavip México, Rossy Moreno habla del homenaje que recibirá el 25 de julio en la arena donde inició su leyenda, la Azteca Budokan. Esta función especial enmarca su última lucha, el punto final de una carrera que la ha puesto contra la pared en cuestión de emociones.
Primero, la sentencia de muerte que le advirtió su cuerpo tras más de tres décadas continuas de lances, caídas, quebradoras y castigos recibidos en los cuadriláteros. “De un momento a otro llegan uno, dos y tres cirujanos que me dan un diagnóstico muy severo donde me dicen que no puedo volver a pisar un ring porque mi médula estaba totalmente presionada y el panorama era de morirme o quedarme en una silla de ruedas. Fue un shock tremendo”, dice a Bolavip México.
Con ese augurio nada favorable, instruida a operarse sí o sí para salvarse, la luchadora confrontó a su destino: “Mis hijos y mi familia me pidieron que no volviera a luchar, que me operara y le diera vuelta a la página. Entré muerta al quirófano después de todo lo que implicaba esa cirugía, que era muy delicada. No tenía de otra”.
Bien librada y recuperada de esa cirugía, Moreno debió lidiar con otra fase dolorosa y silenciosa que padece todo deportista profesional que pone fin a su vida activa como atleta: “Entré en depresión después de la operación. Duró aproximadamente ocho meses. Tuve que ir con una psicóloga para asimilar que no iba a volver a luchar. No puedo decir que estoy curada porque a veces me alejo de todo lo que tiene que ver con la lucha libre porque sufro, me pongo triste”.
Con buen humor, tras aceptar que su legado comienza a escribirse a partir de este instante, la ruda que hizo vibrar a la Arena México, Arena Coliseo y Toreo de Cuatro Caminos, se habla a sí misma para validar su trayectoria: “Me merezco este homenaje y quiero pasar a la historia de la lucha libre”.