La Selección Mexicana no encuentra el rumbo y cae por 2-1 frente a Brasil en Texas. De esta manera, el conjunto de Jaime Lozano cierra de la peor manera su gira previa a la Copa América de Estados Unidos.

Minutos después del segundo gol de la Canarinha, convertido por Gabriel Martinelli tras un centro de Yan Couto, la afición mexicana obligó al árbitro del partido, Lukasz Szpala, a detener el encuentro por gritos homofóbicos. De esta manera, las acciones estuvieron detenidas por algunos momentos antes de que se reanudara la acción.

Los gritos homofóbicos comenzaron a escucharse minutos después del segundo gol de Brasil. (Getty Images)

Segunda vez consecutiva

Esta no es la primera vez que los fanáticos del Tri incurren en este tipo de conductas. Sin ir más lejos, el pasado miércoles hicieron lo propio en la derrota por 4-0 ante Uruguay en Denver.

En dicha ocasión, el destinatario de los epítetos fue el propio arquero mexicano Raúl Rangel, a quien los simpatizantes apuntaron como uno de los principales responsables de la goleada sufrida por el conjunto de Jaime Lozano. Fue al momento de despejar un balón cuando el guardameta de Chivas recibió los gritos prohibidos.

Raúl Rangel fue víctima de gritos homofóbicos en el encuentro entre México y Uruguay. (Imago)

Vale destacar que, en este tipo de situaciones, el protocolo marca que primero se hace una llamada de atención al público y se detiene el juego por unos momentos. Si la conducta no cesa, el juego se suspende.