Siempre le gustó hablar. Como boxeador profesional, Jorge Arce fue bueno para repartir golpes con los puños y con las palabras. Si al Travieso le prestan un micrófono, él es el más feliz del mundo porque no tiene freno para comentar lo que siente, piensa y observa. De hecho, su forma de ser conecta con la gente.
No forzosamente se tiene que ser aficionado al boxeo para simpatizar con el expugilista. Cualquier persona, incluso que no sea fan de los deportes, siente agrado por su manera tan frontal, cómica y peculiar de expresarse. Pero cuando se trata de motivar, Arce se convierte en un titán de la oratoria.
Una muestra de que su talento con el verbo es efectivo, él mismo lo hizo saber en sus redes sociales. A través de un video compartido en Twitter, Travieso presume la perorata que le aventó a su hijo y a sus compañeros de equipo para saltar a la cancha con la mentalidad puesta en la victoria.
El retoño y compañía le hicieron caso. Les movió tanto el discurso del excampeón mundial que terminaron llevándose el triunfo. Sentimiento, palabras precisas y convencimiento fueron factor para que Arce se transformara en el gran motivador de los chicos. “Mi raza, anoche motivé al equipo de futbol donde juega mi hijo, y si sirvió, salieron con todo y ganaron”, escribió.
Eso sí, por muy buen motivador que sea para el futbol, Travieso no perdió la ocasión para reclamarle también a los muchachos. Al más puro estilo de Carlos Salvador Bilardo manifestó que hay gente con esperanza en ellos, por lo tanto deben compensar el apoyo recibido. En este caso lo hizo a nombre de los padres: “Hacemos un esfuerzo para acompañarlos, gastamos para que ellos estén bien, no les falte nada, mínimo hagan sentirnos orgullosos del esfuerzo”. Así, Arce demuestra que tiene capacidad como motivador de vestuario.