En las últimas horas diferentes reportes confirmaban que el choque entre Tyson Fury y Deontay Wilder, del próximo 24 julio, podría llegar a posponerse por un fuerte brote de COVID-19 en el campamento del británico. Por otro lado, hace unos instantes confirmaron que el Rey de los Gitanos tiene coronavirus, por lo que su regreso al ring deberá esperar.

 

La llegada del Bombardero de Bronce arruinó todos los planes que tenía el peleador de Bob Arum y Frank Warren debido a que tenían todo dado para llevar combatir con Anthony Joshua. Sin embargo, la justicia falló a favor del estadounidense debido a que el europeo no quería llevar adelante la pelea con él. 

De todas maneras, a poco más de dos semanas para el combate, una bomba cayó en el campamento del Rey de los Gitanos debido a que se dio un fuerte brote de coronavirus. Debido a esto, múltiples reportes daban por hecho que la pelea del 24 de julio no se llevaba adelante, a pesar de que Top Rank había informado que estaban monitoreando la salud de todo el equipo. 

Sin embargo, hace unos instantes Dan Rafael, reconocido periodista de boxeo, confirmó que Tyson Fury había dado positivo en COVID-19, por lo que el combate ante Deontay Wilder quedaba totalmente pospuesto. “Tyson Fury fue una de las personas en su campamento que dio positivo por Covid-19 y la pelea con Wilder se pospone. Me han dicho que Fury recibió una dosis de vacuna, pero nunca la segunda. Al menos otras 3 personas en el campamento también son positivos”, informó el reportero. 

En octubre se daría el choque entre Fury y Wilder

Ante esta situación, Lance Pugmire, periodista de The Athletic, expresó en Twitter que Top Rank y Premier Boxing Champions descartaron el 24 de agosto ya que en esa fecha pelea Manny Pacquiao frente a Errol Spence Jr. A su vez, al no querer chocar en la misma en el mismo día que pelea Anthony Joshua, octubre aparece como la mejor opción para llevar adelante la pelea.