El pasado 25 de septiembre, Oleksandr Usyk dio uno de los campanazos del año en Londres venciendo en decisión unánime y haciendo un gran combate a Anthony Joshua para arrebatarle los títulos mundiales de peso pesado de la AMB, la OMB y la FIB.

Si bien se especuló desde entonces con la posibilidad de enfrentar a Tyson Fury por el campeonato mundial indiscutible de la división, desde MatchRoom Boxing no tardaron en reclamar una revancha inmediata con AJ, a lo que el ucraniano se mostró dispuesto desde el primer momento.

Sin embargo, en las últimas horas Usyk y su equipo plantearon una condición para que el desquite suceda que muy probablemente no le va a gustar ni a Joshua ni a su promotor Eddie Hearn, por lo que las negociaciones podrían estancarse.

Sucede que como campeón mundial de tres cinturones, el ucraniano exige que el reparto de la bolsa por hacer un nuevo combate no se reparta en partes iguales, sino que espera obtener una tajada mayor de dinero que quien ahora asumirá el rol de retador.

Por otra parte, el mánager de Usyk dijo que este puede marcar aún mayores diferencias sobre Joshua en el desquite, pues en su opinión en la primera pelea utilizó solo el 60 por ciento de su potencial. "Él realmente puede ser mejor. Está mejorando todo el tiempo. A veces pienso que es de otro planeta. Es realmente bueno", dijo Lapin.