Después de quitarle el invicto a Tigres femenil en la ida de semifinales del torneo anterior y ver que Rayadas pudo arrebatarle el título a las Amazonas, América Femenil comprobó que el equipo felino no es invencible. Notó que la posibilidad de terminar con su hegemonía es factible. Y para eso ha decidido armarse como un serio aspirante a convertirse en el nuevo protagonista de la Liga MX Femenil.

O al menos esa impresión da con la forma de reforzarse para este 2022. Sus contrataciones no solamente son de trascendencia futbolística sino además de impacto mediático, lo que se traduce en más atención depositada al plantel femenino del club de Coapa. ¿Qué implica esto? Mayor captación de aficionados y posicionamiento a nivel nacional en el corto plazo.

 

El golpe maestro de Claudia Carrión, directora deportiva de América Femenil, ilusiona al americanismo. En materia deportiva, entusiasma con la obtención del título, o de varios títulos. Con los fichajes de Alison González, Katty Martínez, Nicki Hernández y Kim Rodríguez, sumado a la permanencia de Sarah Luebbert y Eva González, el plantel se diseña para ser altamente competitivo.

Pero ante esa confección, una pregunta es obligatoria: ¿tiene que ser América Femenil campeón en este torneo o se dará tiempo al proceso? Tal cuestionamiento surge de la exigencia inmediata por parte de los aficionados hacia ‘las Aguilácticas’ debido a la plantilla que ha conformado.  

 

 

El furor causado por las contrataciones se combina con el manejo de redes sociales que ha tenido el equipo azulcrema en los últimos días. Futbolistas como Mayra Pelayo, Selene Valera, Karen Luna, Renata Masciarelli y Sarah Luebbert han propiciado interacción tanto con americanistas como con futboleras y futboleros en general, por lo que el interés hacia América Femenil crece. 

Así, anhelar el campeonato para destronar a Rayadas es válido, sin embargo, tomando en cuenta la novedosa manera de romper el mercado en la Liga MX Femenil (incluida la llegada de jugadoras que desconocen el futbol local), la paciencia depositada al proceso puede ser redituable. Tiempo al tiempo.