Este 2023 inició con demasiadas críticas al futbol femenil mexicano por la disparidad evidente que existe entre los equipos que sí son respaldados por sus clubes y aquellos que no lo están. Las diferencias han sido evidentes tras el registro de golizas y goleadas que hacen visible el desequilibrio en la Liga MX Femenil.

Mientras que la afición que apoya al futbol femenil nacional y alza la voz para pedirle a todas las instituciones que traten con dignidad a sus planteles femeninos, los detractores y críticos de la liga, así como de la presencia de la mujer en las canchas, se abrazan de las fallas para insistir en que el balón no es para las mujeres.

 

Esas posturas machistas y misóginas, se hacen sentir cada vez que alguna futbolista o algún equipo es evidenciado en sus carencias. Muestra de ello es lo que aconteció en la jornada 5 durante el partido entre Puebla Femenil y Centellas del Necaxa. Un ‘oso’ registrado en el juego reabrió el debate acerca de la profesionalización del futbol femenil nacional.

Al minuto 54, la portera Dayri Hernández y su defensa Karen de León no supieron comunicarse para ir por la pelota y terminaron por regalarle un gol a Marisol Luna, quien tuvo la virtud de ir a pelear un esférico aparentemente perdido para su causa. El error garrafal necaxista significó el sello del triunfo poblano.

Sí, fue un ‘oso’. Dicha pifia también puede desprender en la lectura de que esas jugadas de rutina probablemente no son trabajadas en la semana, es decir, se puede traducir en el desinterés de los clubes por formar, capacitar y profesionalizar a sus futbolistas en todo momento. Sin embargo, detractores se han sujetado de esa falla para insistir en que el futbol femenil mexicano va en retroceso y no es competitivo. Opiniones argumentan que con base en estos errores queda explícito que las mujeres no deben cobrar lo mismo que los hombres. 

La pregunta radica en saber qué hará la Liga MX Femenil para que todos los clubes atiendan con responsabilidad la profesionalización de sus planteles femeninos.