El debut de Florian Thauvin en la Liga MX no había sido para nada alentador. Después de haber regresado de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con la Selección de Francia, Miguel Herrera le dio la oportunidad de lucirse en el encuentro frente a Santos Laguna en el Universitario de Nuevo León pero no lo logró. Solamente duró 34 minutos dentro del terreno hasta que Marco Antonio Ortiz le mostró la tarjeta roja.

El europeo cumplió con el castigo que se le otorgó por la entrada sobre Omar Campos, de los Guerreros, y reapareció en el duelo contra Querétaro, correspondiente a la quinta jornada del Grita México A21. Es cierto que inició en el banco de los suplentes, pero aprovechó completamente su condición de revulsivo.

Con la victoria encaminada gracias al doblete de Nicolás López, Piojo Herrera hizo ingresar al francés en lugar del delantero uruguayo que estaba teniendo una noche espectacular frente a los aficionados regios. Y no desaprovechó la oportunidad: siguó una acción de Javier Aquino por la banda izquierda y terminó la jugada con un derechazo, de primera intención, que se clavó en el ángulo de Washington Aguerre.

El resto fue desahogo. No solamente del propio Florian Thauvin, por estrenarse en la red del futbol mexicano, sino también de su amigo, André-Pierre Gignac. El goleador histórico de Tigres UANL estuvo lesionado y no formó parte de la convocatoria, pero sí observó el triunfo ante los Gallos Blancos detrás de la portería. ¡Y se volvió completamente loco cuando su compatriota selló el 3-0 definitivo!