Quizá la lluvia no sea el mejor condimento para una carrera tan breve y veloz. De hecho, la largada masculina tuvo un resbalón que por suerte no complicó demasiado a los corredores. Sin embargo, los británicos volaron en la mítica Milla de la Quinta Avenida que cada año se realiza en New York.

Laura Muir y Jake Wightman fueron los ganadores de la emblemática prueba en la que se recorre un total de 1609 metros. Muir venía de ser bronce en el Mundial de Eugene en los 1500 metros y logró romper el récord de circuito, con una marca de 4 minutos 14.8. Detrás suyo quedaron las estadounidenses Nikki Hiltz (4:17.4), subcampeona por segundo año consecutivo, y Eleanor Fulton (4:18.0).

Wigtman había sido campeón del mundo en los 1500 y llegaba a New York a revalidar el título en un circuito urbano y sobre asfalto. Fue su tercera victoria allí, la segunda consecutiva (también venció en 2018), con un crono de 3:49.6, convirtiéndose en el décimo más rápido de la historia de la prueba. 

También hubo carrera abierta

También hubo carrera abierta

Hubo presencia sudamericana en esta edición número 41 de la prueba y dos argentinos fueron los mejores ubicados. La marplatense Mariana Borelli, con un tiempo de 4:41, logró su mejor marca en la distancia en ruta, ubicándose en el puesto 19 de la general femenina (11° en la categoría 25-29 años), por delante de la chilena Josefa Quesada (N°21 con 4:42) y la peruana Taeya Konishi Schogel (108 con 5:33), siendo la mejor sudamericana.

Entre los hombres, Diego Lacamoire -también de Mar del Plata- corrió la milla en 4:08, llegando en el puesto 28 (9° en la categoría 19-24 años), siendo el mejor atleta del continente por delante del ecuatoriano Víctor Penafiel (169 con 4:50) y el colombiano Mauricio Aguirre (198 con 4:52).